No es la primera vez que fotografío a Adriana. Hace unos ocho meses, cuando todavía era un proyecto, le hice sus primeras fotografías en la barriga de su madre, sesión que también podéis visualizar en mi blog (book embarazo Pontevedra). Ahora que ya tiene seis meses y es un duendecillo casi independiente, sus padres la han acercado al estudio para plasmar sus primeras gracias.

Antes de empezar una sesión de fotos de estudio de bebes es imprescindible que el habitáculo dónde se vayan a realizar esté a una temperatura óptima, de unos 23 grados aproximadamente. Si tenemos en cuenta esta premisa lo demás irá viento en popa a toda vela… y así nos fue.

Para las primeras fotos eché mano de un fondo blanco, un carrito de mimbre y una manta de pelo blanco, una combinación que funciona muy bien en este tipo de fotografía. Fue difícil conseguir que se mantuviera sentada pero echando mano de la imaginación todo se consigue (aprovecho para agradecer el trabajo de todos los colaboradores). Finalizado este primer bloque y, aprovechando que en los días posteriores a la sesión se celebraba el día del padre, opté por una segunda remesa más emotiva con unas cuantas fotografías de familia que se inició con una simpática Adriana confesando un ¡Te quiero, papá! No sé quién se lo habrá pasado mejor… Adriana, sus padres o el resto del equipo. ¡Así da gusto trabajar!

Para terminar y dejar un muy buen sabor de boca, un tercer grupo de fotos para el que he utilizado un outfit muy sencillo: un gorro de lana. Para mí, sin duda, son las mejores fotografías de la sesión y de las mejores fotografías que se le pueden realizar a un bebé no sólo por el juego de contraste de colores que se puede conseguir con los gorros (no es éste el caso) sino también por la naturalidad, transparencia y frescura que transmiten estas pequeñas grandes personas.

Para finalizar, os dejo un video-montaje de la sesión de fotos estudio bebes, espero que os guste. Un saludo.